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Enfermedades comunes y cómo prevenirlas en la vida diaria

Mujer padeciendo una de las enfermedades comunes.

Tiempo de lectura: 11 minutos

Un estilo de vida poco saludable puede convertirse en la puerta de entrada para diversas enfermedades comunes que afectan a miles de personas en Ecuador y el mundo. Factores como el sedentarismo, el consumo excesivo de alimentos procesados, el tabaquismo y el estrés crónico debilitan el sistema inmunológico y aumentan el riesgo de padecer afecciones frecuentes. Por eso, llevar una vida más activa y consciente no solo mejora su bienestar, sino que también le protege de muchos problemas de salud que podrían evitarse.

Identificar las enfermedades más comunes y saber cómo prevenirlas es clave para gozar de una vida más saludable y sin sobresaltos médicos. Entre las condiciones más frecuentes se encuentran las alergias, resfriados, gripes, infecciones respiratorias, entre otras. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, se pueden evitar si se toman ciertas precauciones y se adoptan medidas preventivas básicas, como mantener una buena higiene y cuidar la alimentación.

Adoptar buenos hábitos de salud es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades y fortalecer sus defensas. Dormir lo suficiente, tener una alimentación balanceada, mantenerse físicamente activo y evitar el consumo de sustancias nocivas son pilares de una buena salud. Para conocer más sobre cómo mejorar su estilo de vida, le recomendamos revisar esta guía de hábitos de vida saludables que le ayudará a prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida

Alergias

Las alergias son respuestas exageradas del sistema inmunológico ante sustancias que normalmente no representan una amenaza para la mayoría de las personas. Estas sustancias, llamadas alérgenos, pueden estar en el aire, alimentos, medicamentos o incluso en la picadura de insectos. En Ecuador, los cambios climáticos y la alta exposición a contaminantes agravan la presencia de alergias respiratorias, especialmente en niños y adultos mayores.

Los síntomas de las alergias pueden variar desde molestias leves hasta reacciones graves que requieren atención médica urgente. Entre los signos más comunes se encuentran estornudos, picazón en los ojos, erupciones en la piel, dificultad para respirar o hinchazón. Reconocer los síntomas a tiempo es esencial para evitar complicaciones mayores.

Evitar los alérgenos conocidos es una de las formas más eficaces para prevenir las reacciones alérgicas. Esto incluye limpiar frecuentemente los espacios donde se vive o trabaja, mantener cerradas las ventanas durante temporadas de polen y optar por alimentos libres de ingredientes que hayan causado alergias en el pasado. Para información adicional sobre alergias, puede consultar el recurso de University Health Services

Resfriado y gripe

Aunque el resfriado y la gripe se confunden a menudo, la gripe suele ser más intensa y peligrosa, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Mientras que el resfriado común provoca congestión nasal y estornudos leves, la gripe se presenta con fiebre alta, dolor corporal, escalofríos y cansancio extremo. En Ecuador, los cambios bruscos de temperatura favorecen su propagación, especialmente durante las épocas lluviosas.

Los síntomas de la gripe afectan significativamente la rutina diaria y pueden durar varios días o semanas. Náuseas, tos persistente, dolor de garganta, dolor muscular y fatiga son comunes. En casos más graves, puede evolucionar a complicaciones como bronquitis o neumonía. Para conocer más sobre la gripe, puede consultar Centers for Disease Control and Prevention y este artículo publicado en Clinical Infectious Diseases.

El virus de la gripe se transmite fácilmente a través de gotitas respiratorias al hablar, toser o estornudar, por lo que la prevención es esencial. Usar mascarilla, lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto cercano con personas enfermas son medidas efectivas. Además, mantener la limpieza de objetos de uso compartido como teléfonos, controles y teclados también reduce el riesgo de contagio.

Vacunarse anualmente contra la influenza y fortalecer las defensas naturales es la mejor estrategia para reducir el impacto de la gripe. Las vacunas están disponibles en centros de salud y ayudan a reducir la gravedad de los síntomas e incluso evitar la infección. Asimismo, consumir alimentos ricos en vitamina C y descansar lo suficiente contribuye a mantener el sistema inmunológico fuerte. Para más detalles sobre esta enfermedad, visite nuestra guía sobre la influenza estacional

Conjuntivitis

La conjuntivitis es una de las enfermedades comunes que más afectan los ojos, generando molestias como enrojecimiento, picazón y lagrimeo. Se produce cuando la conjuntiva —una membrana delgada que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo— se inflama. Esta condición puede darse por múltiples razones, y aunque en la mayoría de los casos no representa una amenaza grave para la visión, es importante tratarla adecuadamente para evitar complicaciones.

La conjuntivitis puede presentarse de forma aguda, crónica o alérgica, dependiendo de su duración y origen. Es fundamental identificar el tipo específico de conjuntivitis para aplicar el tratamiento más adecuado y así aliviar los síntomas de forma efectiva. La forma aguda es la más frecuente y suele durar pocos días, mientras que la crónica puede extenderse por semanas y la alérgica se asocia a factores ambientales.

Entre las causas más comunes están las infecciones bacterianas o virales, las alergias y el contacto con sustancias irritantes como humo o productos químicos. En casos como los provocados por virus, el contagio es más alto, por lo que se requiere especial atención a las medidas de higiene. Cada una de estas causas desencadena una respuesta inflamatoria que varía en intensidad, lo que explica por qué algunos pacientes presentan síntomas leves y otros más intensos. Más información en National Library of Medicine.

Prevenir el contagio es posible si se adoptan medidas de higiene como evitar tocarse los ojos, lavarse las manos con frecuencia y no compartir artículos personales. Estas acciones simples pueden marcar la diferencia en la propagación de esta enfermedad, sobre todo en ambientes como escuelas o lugares de trabajo. Asimismo, es recomendable desinfectar superficies que se tocan con regularidad y evitar el uso de lentes de contacto si se presentan síntomas de conjuntivitis. 

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Infecciones urinarias

Las infecciones del tracto urinario son enfermedades comunes provocadas en su mayoría por la bacteria Escherichia coli (E. coli), que habita en el intestino. Cuando esta bacteria llega a la uretra y asciende por el sistema urinario, puede generar molestias como ardor al orinar, necesidad urgente de orinar y malestar abdominal. Estas infecciones pueden afectar tanto a mujeres como a hombres, aunque hay una mayor incidencia en las mujeres.

Las mujeres son más propensas a desarrollar infecciones urinarias debido a que su uretra es más corta y está más cerca del ano, facilitando el ingreso de bacterias. Esta característica anatómica aumenta la posibilidad de que agentes patógenos lleguen a la vejiga, sobre todo si no se siguen prácticas de higiene adecuadas. Por eso, es esencial mantener una buena limpieza íntima y adoptar hábitos saludables para reducir el riesgo de padecer esta afección.

Se estima que la mayoría de las personas tendrá al menos una infección urinaria en algún momento de su vida, especialmente en la adultez. A pesar de ser tan frecuentes, estas infecciones deben ser tratadas de forma oportuna para evitar complicaciones como infecciones renales. El tratamiento suele incluir antibióticos y una buena hidratación. Más información disponible en Better Health

Hombre quejándose de una de las enfermedades más comunes, la infección urinaria.

Si bien orinar con frecuencia puede ser señal de una infección, también es importante entender cuándo orinar mucho es malo para su salud. Es normal que se incremente la frecuencia al tener una infección, pero si persiste este síntoma tras el tratamiento, es recomendable consultar a un médico

Gastroenteritis

La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos causada principalmente por virus o bacterias, y es una de las enfermedades comunes del aparato digestivo. Esta afección suele presentarse de forma repentina y puede ser consecuencia de la ingesta de alimentos o agua contaminada. Es habitual en todas las edades, pero más preocupante en niños pequeños y personas mayores por su vulnerabilidad a la deshidratación.

Entre los síntomas más comunes de la gastroenteritis están la diarrea, náuseas, vómito, dolor abdominal y fiebre leve. Aunque la mayoría de los casos se resuelven sin complicaciones, es importante controlar los síntomas y mantener una adecuada hidratación para evitar consecuencias graves. Estos signos aparecen pocas horas después del contacto con el agente infeccioso y suelen durar entre uno y tres días.

El mayor riesgo asociado a la gastroenteritis es la deshidratación, especialmente cuando hay diarrea y vómito persistente. La pérdida de líquidos puede afectar el equilibrio del organismo, por lo que se recomienda el consumo de sueros orales, caldos o bebidas con electrolitos. En casos más graves, puede requerirse atención médica para rehidratar por vía intravenosa.

La gastroenteritis también puede estar relacionada con alergias alimentarias o intolerancias, lo que requiere un diagnóstico preciso. Si se sospecha que ciertos alimentos desencadenan los síntomas, es fundamental consultar con un especialista que pueda orientar sobre las pruebas adecuadas

Problemas respiratorios

Las infecciones respiratorias son algunas de las enfermedades comunes más reportadas en nuestro país, especialmente durante épocas frías o lluviosas. Este grupo incluye desde un resfriado común hasta cuadros más severos como la bronquitis o la neumonía. Estas afecciones afectan principalmente al sistema respiratorio, comprometiendo el bienestar diario y aumentando el ausentismo escolar y laboral. En muchos casos, su aparición es súbita, pero con tratamiento y cuidados adecuados, pueden controlarse eficazmente.

La neumonía, una infección grave del pulmón, se produce cuando microorganismos invaden los alvéolos y los llenan de líquido o pus, dificultando la respiración. Esto provoca síntomas como tos persistente, fiebre alta y sensación de falta de aire. Su transmisión puede darse por contacto con personas infectadas, por lo que resulta clave informarse sobre si la neumonía es contagiosa y cómo prevenirla. Actuar a tiempo puede marcar la diferencia, especialmente en los casos más delicados.

Las personas mayores, los niños pequeños y quienes tienen defensas bajas son los más vulnerables frente a estas enfermedades comunes. En estos grupos, una infección respiratoria puede complicarse rápidamente, por lo que se recomienda vigilancia médica y una respuesta rápida ante los primeros síntomas. Las campañas de vacunación y el fortalecimiento del sistema inmune son acciones fundamentales para proteger a estos sectores sensibles de la población.

La educación sobre estas infecciones debe incluir el reconocimiento temprano de síntomas, así como el conocimiento de los agentes que las provocan. Para más detalles sobre los padecimientos más frecuentes y su impacto en la salud pública, puede consultar esta guía ilustrativa de WebMD

Mononucleosis

La mononucleosis es una de esas enfermedades comunes que suelen transmitirse a través de la saliva de una persona infectada, razón por la que se la conoce como "la enfermedad del beso". Esta infección viral afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes, y puede transmitirse también por compartir vasos, cubiertos o cepillos de dientes. Aunque no siempre se presentan síntomas de inmediato, es fundamental estar atento ante señales persistentes de malestar.

La fatiga intensa, fiebre prolongada y dolor en la garganta son signos frecuentes de mononucleosis, acompañados a veces de inflamación en los ganglios y el bazo. Esta combinación de síntomas puede confundirse con otras infecciones, lo que hace importante acudir a un profesional de salud para un diagnóstico certero. Si desea conocer más sobre esta afección, le recomendamos leer el artículo sobre la mononucleosis en el portal de Bupa Salud.

El tratamiento para la mononucleosis se enfoca en aliviar los síntomas, ya que no existe un medicamento específico que cure el virus de forma directa. Descanso, buena hidratación y control de la fiebre son las principales recomendaciones. Aunque la recuperación puede tomar varias semanas, seguir estas indicaciones permite sobrellevar mejor el proceso. Más estadísticas y datos útiles se encuentran en Verywell Health

Dolores de cabeza y migraña

Los dolores de cabeza están entre las enfermedades comunes que casi todas las personas han experimentado alguna vez, sin importar su edad o estilo de vida. Aunque muchos de estos casos son leves y pasajeros, otros pueden interferir seriamente con las actividades diarias. Descansar adecuadamente, evitar la exposición prolongada a pantallas y mantener una buena hidratación ayuda a reducir su aparición.

La migraña, a diferencia de un dolor de cabeza común, suele ser mucho más intensa, duradera y en algunos casos incapacitante. Esta afección se caracteriza por dolor pulsátil en un lado de la cabeza, acompañado de náuseas, sensibilidad a la luz y sonidos. Puede durar horas o incluso días, y requiere un enfoque médico específico para su manejo. Según datos de Cleveland Clinic, la migraña afecta a millones de personas en todo el mundo.

El estrés emocional, los cambios hormonales y ciertos alimentos son algunos de los factores que pueden detonar dolores de cabeza o migrañas. Identificar estos detonantes es esencial para prevenir nuevos episodios. Llevar un registro de los síntomas y hábitos diarios puede ayudar a detectar patrones y mejorar el tratamiento. Esto es especialmente útil en quienes enfrentan este tipo de dolencia de manera frecuente. 

Hombre sufriendo de estrés, una de las enfermedades más comunes.

Diabetes tipo 2 en adultos mayores: una de las enfermedades comunes más frecuentes

La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades comunes que afectan principalmente a personas mayores que llevan un estilo de vida sedentario. Esta condición se caracteriza por una resistencia a la insulina que impide al cuerpo regular adecuadamente los niveles de azúcar en sangre. En Ecuador, muchas personas adultas no son diagnosticadas a tiempo, lo que complica el tratamiento. La inactividad física, junto con el envejecimiento, eleva significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Para conocer más sobre esta condición, visite el artículo completo sobre la diabetes tipo 2.

La obesidad y los hábitos alimenticios poco saludables son factores determinantes en el desarrollo de esta enfermedad crónica. En muchos casos, una dieta rica en azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. El exceso de peso interfiere directamente con la acción de la insulina, dificultando el control del azúcar en sangre. De hecho, según algunas estadísticas internacionales, el sobrepeso es uno de los principales antecedentes en pacientes diagnosticados con esta enfermedad. Si desea saber más sobre este tema, le invitamos a revisar el artículo sobre obesidad

Trastornos como la depresión y la ansiedad también son enfermedades comunes que afectan la salud mental

La depresión es una afección que impacta a millones de personas a nivel global, y en Ecuador no es la excepción. Según la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad mental es una de las principales causas de discapacidad en el mundo. El desconocimiento y la confusión con emociones pasajeras suelen retrasar el diagnóstico oportuno de esta enfermedad. La depresión puede afectar a personas de cualquier edad, y requiere atención profesional para evitar complicaciones mayores.

La ansiedad y la depresión no solo afectan el estado emocional, sino también las relaciones personales y la productividad diaria. Estas enfermedades comunes pueden interferir con la vida laboral, el desempeño académico e incluso generar conflictos familiares. El impacto negativo en rutinas diarias, apetito y sueño empeora la salud general del paciente. Para apoyar la salud mental, es recomendable seguir pautas como las que se detallan en esta guía sobre cómo comer saludable de forma sencilla.

Ambos trastornos pueden presentarse al mismo tiempo, y al coexistir se potencian entre sí, agravando los síntomas. Este fenómeno, conocido como comorbilidad, hace que el tratamiento sea más complejo y prolongado. La interacción entre ansiedad y depresión intensifica los síntomas y complica el proceso de recuperación emocional. En muchos casos, estas enfermedades comunes pasan inadvertidas durante meses, lo que incrementa el malestar emocional y físico. Para más información sobre este trastorno, consulte el artículo sobre ansiedad.

Un diagnóstico profesional es fundamental para establecer un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Contar con el apoyo de un psicólogo o psiquiatra permite abordar los síntomas de forma integral, con terapias que van desde el acompañamiento psicológico hasta la medicación cuando es necesario. La atención médica especializada es clave para detener el avance de estos trastornos y promover una recuperación efectiva. En Ecuador, cada vez hay más centros especializados en salud mental que ofrecen atención integral para quienes padecen estas enfermedades comunes. La detección temprana y la intervención profesional son clave para prevenir efectos adversos a largo plazo.