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Los mareos provocados por el movimiento en vehículos son comunes en muchas personas. Esta molestia, conocida como cinetosis, aparece cuando el cuerpo reacciona de forma exagerada a los cambios de movimiento en buses, carros, barcos o aviones. En Ecuador, es común escuchar que alguien “se marea en el bus” o necesita abrir la ventana para evitar el malestar. Esta reacción puede ser pasajera o muy intensa, y por eso es importante saber cómo prevenirla.
INDEX
- Cómo actúa la cinetosis y cuáles son sus efectos principales
- Por qué se produce la cinetosis en algunas personas
- Los síntomas más comunes de la cinetosis
- Factores que aumentan la probabilidad de sufrir cinetosis
- Estrategias para evitar la cinetosis
- La exposición continua ayuda a controlar el mareo por movimiento
- La acupresión es una alternativa eficaz sin fármacos
- Distracciones efectivas para evitar que los niños se mareen
- Consulta médica para elegir el tratamiento farmacológico más adecuado
- Conclusiones sobre el manejo de la cinetosis
Cómo actúa la cinetosis y cuáles son sus efectos principales
La cinetosis se origina cuando el cerebro recibe señales contradictorias desde el oído interno, los ojos y el cuerpo. Estos sistemas deben trabajar en conjunto para mantener el equilibrio. Pero si usted está viajando y sus ojos no perciben movimiento (por ejemplo, si lee), mientras el oído interno sí lo siente, se genera una confusión sensorial que desencadena malestares físicos.
Por qué se produce la cinetosis en algunas personas
El aparato vestibular, ubicado en el oído interno, es clave para entender este fenómeno. Cuando este sistema detecta movimientos bruscos o constantes, como curvas o sacudidas, puede activar respuestas físicas como náuseas y vértigo. Esto ocurre con mayor frecuencia en personas sensibles al movimiento o que no viajan con frecuencia.
La cinetosis solamente se manifiesta si el sistema vestibular está sano y en buen funcionamiento. Es decir, las personas que tienen alteraciones en esta parte del oído suelen no experimentar mareos por movimiento, ya que su cerebro no recibe las señales que normalmente desencadenan la cinetosis. Esto explica por qué no todos reaccionamos igual ante el mismo trayecto.
Un aspecto clave en este malestar es la percepción visual. Cuando la vista y el oído interno no están sincronizados, el cerebro interpreta esta discrepancia como un problema, activando síntomas como el mareo o las náuseas. Esto sucede, por ejemplo, cuando usted va en un carro viendo el celular o leyendo, mientras el vehículo avanza.
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Los síntomas más comunes de la cinetosis
Entre los primeros síntomas que aparecen están las náuseas, la sensación de mareo y malestar estomacal. Algunas personas también sienten debilidad o sudor frío. Estos efectos pueden agravarse si no se interrumpe el movimiento o si se continúa con actividades que intensifican el problema, como leer o usar el celular.
Además de los mareos, la cinetosis también puede manifestarse con fatiga, sudoración intensa y dolor de cabeza. Estas señales indican que el cuerpo está bajo estrés físico por la falta de adaptación al movimiento. En rutas largas, es recomendable hacer pausas o sentarse cerca de una ventana para ventilarse.
En algunos casos, la hiperventilación que se produce durante un episodio de cinetosis puede causar desmayos o pérdida de conciencia momentánea. Esta respuesta suele estar relacionada con la ansiedad que provocan los síntomas. Controlar la respiración es fundamental para evitar que la situación se agrave.
Cuando los vómitos son frecuentes, pueden provocar deshidratación, especialmente si el viaje es largo o hace calor. En estas situaciones, es importante reponer líquidos constantemente. Esto también ayuda a evitar que la presión arterial baje, lo que podría empeorar el malestar general.
Una reacción común en quienes experimentan cinetosis es la necesidad urgente de parar. Detener el movimiento o bajarse del vehículo es una de las formas más efectivas de aliviar los síntomas de inmediato. Respirar aire fresco y recostarse puede acelerar la recuperación en estos casos.
Con el tiempo y la exposición repetida al mismo tipo de movimiento, el cuerpo puede adaptarse y reducir la intensidad de los síntomas de cinetosis. Esta adaptación suele darse en personas que viajan con frecuencia, como choferes o pasajeros habituales. Sin embargo, no todos logran acostumbrarse de igual manera.
Factores que aumentan la probabilidad de sufrir cinetosis
Los malos olores y el humo pueden intensificar los síntomas de cinetosis al estimular negativamente los sentidos. La exposición a perfumes fuertes, cigarrillo, gasolina o comida recalentada en espacios reducidos, como buses o carros cerrados, suele generar náuseas, mareos y vómitos. El ambiente cargado, especialmente en transportes públicos con poca ventilación, puede agravar el malestar causado por el movimiento.
Las variaciones hormonales en el cuerpo, especialmente en mujeres, tienen un impacto directo en la intensidad de los síntomas de cinetosis. Durante el embarazo, la menstruación o la menopausia, los cambios en los niveles hormonales pueden volver al organismo más sensible al movimiento. Esta sensibilidad hormonal hace que las mujeres experimenten más mareos y náuseas durante los viajes.
La laberintitis, al afectar directamente el oído interno, incrementa significativamente la posibilidad de desarrollar vértigo por cinetosis. Esta afección puede alterar el equilibrio corporal y generar reacciones exageradas ante movimientos leves. Las personas con trastornos del oído interno tienen mayor predisposición a sufrir mareos intensos durante el transporte.
La ansiedad por viajar solo o desplazarse hacia lugares desconocidos puede activar respuestas físicas similares a las de la cinetosis. El cuerpo interpreta la ansiedad como una amenaza y responde con náuseas, sudoración o mareo. El componente emocional puede ser un desencadenante clave del malestar, incluso si el movimiento es leve.
Leer libros o usar el celular durante un trayecto crea una desconexión entre la percepción visual y el movimiento real, lo que provoca mareos. Esta disonancia sensorial confunde al cerebro, ya que lo que se ve no concuerda con lo que se siente. La concentración visual en objetos estáticos mientras el cuerpo se mueve intensifica los síntomas de cinetosis.
Enfocar la vista en elementos en movimiento, como vehículos o el paisaje exterior, también puede desatar síntomas. Aunque parezca una distracción, esto genera una sobrecarga sensorial. Mirar objetos que se mueven constantemente impide al cuerpo estabilizar el equilibrio, empeorando el mareo.
Estrategias para evitar la cinetosis
Los movimientos bruscos y las curvas cerradas, comunes en rutas montañosas del Ecuador, pueden disparar los síntomas en cuestión de minutos. Esto ocurre porque el cuerpo no logra anticipar ni adaptarse a los cambios de dirección. Evitar zonas del vehículo donde el movimiento se sienta más fuerte ayuda a prevenir el malestar.
Niños y mujeres suelen tener mayor sensibilidad a los estímulos del movimiento, lo que los vuelve más propensos a sufrir cinetosis. Factores como el desarrollo del sistema vestibular o los cambios hormonales explican esta tendencia. Conocer estos grupos de riesgo permite tomar medidas preventivas antes de los viajes.
Hay hábitos que pueden aliviar los efectos de la cinetosis durante el trayecto. Entre ellos están respirar profundamente, cerrar los ojos, evitar leer o mirar pantallas, y sentarse mirando al frente. Aplicar pequeñas acciones preventivas durante el viaje puede marcar una gran diferencia en el confort.
Preste atención a lo que come antes de viajar
Consumir alimentos pesados antes de un trayecto puede dificultar la digestión y agravar la sensación de mareo. Este tipo de comidas generan gases y acidez, lo que empeora el malestar. Una comida abundante justo antes del viaje puede ser un detonante directo de la cinetosis.
Olores fuertes provenientes de ciertos alimentos pueden generar náuseas incluso antes de que inicie el movimiento. Frituras, cebolla o embutidos son algunos ejemplos comunes. Evitar estos alimentos contribuye a mantener el estómago estable y reducir el riesgo de vómitos.
Consumir comidas suaves, como caldos, frutas o pan tostado, ayuda a mantener el sistema digestivo tranquilo. Estas opciones son ligeras y fáciles de asimilar, sin provocar reacciones adversas. Elegir alimentos ligeros antes del viaje ayuda a minimizar los síntomas de cinetosis.
Fumar o beber alcohol antes o durante un viaje puede alterar el sistema nervioso y generar inestabilidad. Ambas sustancias intensifican los efectos del mareo y reducen la capacidad del cuerpo para adaptarse al movimiento. Evitar el tabaco y el alcohol es clave si desea prevenir la aparición de cinetosis.
El acto de masticar chicle estimula la producción de saliva, lo que ayuda a estabilizar el estómago. Además, el movimiento de la mandíbula contribuye a equilibrar la presión en los oídos. El chicle actúa como un regulador natural para aliviar el mareo durante los viajes.
Viajar sin haber ingerido ningún alimento también puede causar malestar, ya que se baja el nivel de azúcar en sangre. Esto puede generar debilidad, náuseas y desorientación. Lo ideal es comer algo liviano antes de salir para mantener el organismo en equilibrio.
La exposición continua ayuda a controlar el mareo por movimiento
La cinetosis, también conocida como mareo por movimiento, puede disminuir con la práctica constante de viajes o trayectos que provocan el malestar. La exposición progresiva permite que el cuerpo se adapte al movimiento, reduciendo la sensibilidad al mareo. Este tipo de habituación es útil especialmente en personas que deben viajar con frecuencia, como quienes viven en zonas rurales y se movilizan en bus por caminos sinuosos. Con el tiempo, el cerebro se ajusta a los estímulos, y la reacción se vuelve menos intensa.
Hay casos en los que una persona puede sentirse bien durante viajes habituales, pero volver a marearse si cambia el tipo de transporte o el entorno. La cinetosis puede reaparecer cuando se introducen estímulos nuevos, como un viaje en avión o una travesía en barco. Esto ocurre porque el sistema de equilibrio del cuerpo se enfrenta a sensaciones distintas que no reconoce de inmediato. Por eso, es clave anticiparse a los cambios y tomar medidas preventivas si se va a viajar en condiciones inusuales.
La acupresión es una alternativa eficaz sin fármacos
Una opción natural para aliviar los síntomas de la cinetosis es la acupresión, que consiste en presionar puntos específicos del cuerpo. Esta técnica se ha utilizado con buenos resultados para disminuir náuseas y mareos sin necesidad de medicamentos. Uno de los puntos más conocidos es el llamado P6, ubicado en la muñeca, donde se pueden usar bandas elásticas diseñadas para ejercer presión. Esta práctica ha ganado popularidad entre personas que prefieren métodos no invasivos o no pueden tomar fármacos por otras condiciones de salud.
Distracciones efectivas para evitar que los niños se mareen
Los más pequeños son especialmente sensibles a la cinetosis, pero existen estrategias simples que pueden ayudar. Ofrecerles juegos, canciones o cuentos durante el viaje puede mantenerlos distraídos y evitar que se concentren en el movimiento. Cuando el niño está entretenido, su cerebro se enfoca en otras actividades y no percibe con tanta intensidad los cambios físicos que provocan el mareo. Esta técnica es práctica y fácil de aplicar, sobre todo en viajes largos por carretera.
Si el niño ya presenta síntomas de cinetosis, lo mejor es hacer una pausa. Detener el vehículo y permitir que el pequeño respire aire fresco ayuda a estabilizar su estado y prevenir que el mareo empeore. Además, aprovechar ese momento para darle agua y permitirle descansar unos minutos puede marcar una gran diferencia. Es fundamental que los adultos mantengan la calma y ayuden al niño a sentirse seguro durante este tipo de episodios.
Consulta médica para elegir el tratamiento farmacológico más adecuado
En algunos casos, es necesario recurrir a medicación para prevenir los síntomas. Un médico puede recomendarle el fármaco más adecuado según su edad, estado de salud y tipo de viaje que realizará. Estos medicamentos suelen tomarse antes del inicio del trayecto para que sean efectivos, y pueden venir en diferentes presentaciones: pastillas, chicles o parches. Es importante no automedicarse, ya que algunos fármacos tienen efectos secundarios o no son apropiados para ciertas personas.
Tomar el medicamento a tiempo es clave para que cumpla su función. Cuando se ingiere antes de iniciar el viaje, se previene con mayor eficacia la aparición de los síntomas de la cinetosis. Si se espera hasta sentir mareo, es probable que el efecto no sea tan rápido o contundente. Por eso, es importante seguir las instrucciones del profesional de salud y planificar con anticipación la dosis, sobre todo si el trayecto será largo o con muchos movimientos.
Conclusiones sobre el manejo de la cinetosis
La cinetosis no debe tomarse a la ligera, ya que puede afectar la calidad de vida y limitar actividades cotidianas como viajar o pasear. Por ello, es recomendable identificar los factores que la desencadenan y aplicar estrategias para prevenirla, ya sea mediante terapias naturales, distracción o medicación. En el caso de los niños, la atención oportuna y la paciencia son esenciales para que no desarrollen temor a los viajes.
Es importante reconocer que cada persona reacciona de forma diferente. La sensibilidad a la cinetosis varía entre individuos, por lo que el tratamiento debe adaptarse a cada caso. Mientras algunas personas se recuperan con solo acostumbrarse, otras requieren apoyo médico y seguimiento. Estar atentos a los síntomas y actuar con rapidez permite viajar con más tranquilidad y evitar complicaciones innecesarias.